Cómo reconocer el estrés universitario y cuidarte en el camino

Durante la vida universitaria, muchas y muchos enfrentan la idea de que la exigencia y el esfuerzo constante son parte inevitable del éxito. Frases como:
“Si no estudias todo el día, no vas a aprobar”
“Tienes que rendir al máximo siempre”
“No hay tiempo para descansar si quieres llegar lejos”
Se repiten con frecuencia y se convierten en una especie de mandato interno que guía la experiencia académica en los estudios superiores.
Pero, ¿qué ocurre cuando esas presiones empiezan a afectar tu bienestar?
El estrés: un compañero conocido, pero en ocasiones difícil de manejar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por situaciones complejas. Es una respuesta natural y común ante situaciones complejas, pero lo que marca la diferencia es cómo lo enfrentamos.
En el contexto universitario, el estrés puede intensificarse por múltiples factores:
- Presión por obtener buenos resultados
- Incertidumbre económica
- Demandas sociales, familiares y personales
Esta mezcla puede hacer que la experiencia universitaria se convierta en una carga pesada, que afecta tanto el rendimiento como el bienestar mental.
Entonces… ¿cómo podríamos reconocer el estrés en el día a día?
El estrés puede expresarse de muchas maneras, algunas sutiles y otras más evidentes. Es posible que notes:
- Dificultades para dormir o sueño interrumpido
- Irritabilidad y cambios de humor
- Ansiedad y sensación constante de preocupación
- Falta de motivación
- Problemas de concentración que dificultan el estudio
- Síntomas físicos como dolores de cabeza o fatiga persistente
Reconocer estas señales es el primer paso para poder enfrentar el estrés antes de que se convierta en un problema mayor.
Algunas estrategias para cuidar tu bienestar y manejar el estrés:
Aunque el estrés pueda parecer abrumador, existen herramientas que pueden ayudarte a aliviar su impacto y recuperar el equilibrio:
- Reestructura tus pensamientos
Identifica pensamientos negativos y cámbialos por otros más realistas.
Ejemplo: “Voy a reprobar este ramo” → “Puedo mejorar si organizo mejor mi estudio y pido ayuda cuando lo necesite”. - Organiza tu tiempo
Usa una agenda o calendario para planificar tus actividades. Prioriza lo urgente y evita dejar todo para el último momento. - Practica técnicas de relajación
Dedica momentos del día a respirar profundamente, hacer pausas activas, meditar o realizar ejercicios de relajación muscular. Estas prácticas reducen la tensión física y mental. - Cuida tu cuerpo
Dormir al menos 7 horas, alimentarte bien y hacer actividad física regularmente son pilares fundamentales para tu bienestar. - Busca apoyo social
Hablar con alguien de confianza puede aliviar la carga emocional. No estás solo/a: compartir lo que sientes puede marcar una gran diferencia.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si sientes que el estrés está afectando gravemente tu salud o rendimiento académico, recuerda que buscar apoyo profesional es válido y muchas veces necesario.
En Centros Achs Salud puedes agendar una hora con psicólogas y psicólogos que te brindarán herramientas específicas para enfrentar estos momentos.
Agenda tu consulta en modalidad online o presencial en www.achssalud.cl/saludmental y accede a una terapia accesible para pacientes Fonasa e Isapre.
Terapearse es encontrar el equilibrio entre todos tus pensamientos
Tepapearse es mejor en la Achs
Etiquetas: