La adolescencia es un período de cambios significativos, lleno de desafíos físicos, emocionales y sociales. En medio de este proceso, madres, padres y cuidadores muchas veces se sienten confundidos o superados. ¿Qué es normal y qué podría ser señal de alerta? ¿Cómo acompañar sin invadir? ¿Y cuándo es necesario pedir ayuda?

Así como los adolescentes requieren apoyo, quienes los cuidan también necesitan herramientas y contención, por eso queremos ayudarte a entender mejor esta etapa desde tu rol como adulto significativo.

Comportamiento adolescente normal o esperable

Es común que los adolescentes experimenten las relaciones de amistad de manera más intensa, aumentando la necesidad de sentirse valorados y admirados por su grupo de pares y desarrollando intereses amorosos.

A medida que buscan mayor independencia, pueden cuestionar las órdenes o indicaciones de sus padres. A nivel emocional, pueden experimentar cambios de humor frecuentes, pasando de la tristeza al enojo o la alegría con mayor facilidad.

Señales de Alerta: cuándo estos cambios pueden ser señal de algo más

1. Cambios de humor: Irritabilidad o tristeza persistente sin una causa clara.
2. Problemas de sueño: Dormir muy poco o demasiado, pesadillas frecuentes o fatiga constante.
3. Aislamiento social: Evitar actividades familiares o rechazar invitaciones de amigos.
4. Declive académico: Caída repentina en las calificaciones, dificultad para concentrarse o ausencias frecuentes a clases.
5. Cambios en los patrones de alimentación: Pérdida de apetito o comer en exceso.
6. Pensamientos autodestructivos: Declaraciones como "No valgo nada" o hablar de la muerte o el suicidio.

¿Cuándo intervenir?

Si notas comportamientos preocupantes, aborda la situación con sensibilidad. Habla con la o el adolescente en un ambiente tranquilo, escucha sin juzgar y muestra empatía. Frases como "Estoy aquí para ti" o "Es normal sentirse así a veces" pueden ayudar a abrir el diálogo.

Buscar ayuda profesional es esencial si los signos persisten o se intensifican. Un psicólogo o psiquiatra especializado en adolescentes puede evaluar la situación y recomendar un tratamiento adecuado. Las escuelas a menudo tienen consejeros que pueden ofrecer orientación y apoyo. En casos graves, especialmente con pensamientos suicidas, es crucial actuar de inmediato.

Los padres y cuidadores también pueden recibir ayuda

Es importante recordar que, como madres, padres o cuidadores, también podemos buscar orientación para saber cómo acompañar de mejor manera a nuestras hijas e hijos.

Consejos para madres, padres y cuidadores:

1. Escucha: Dales espacio para compartir sus pensamientos y sentimientos sin interrupciones.
2. Válida: Reconoce sus emociones, incluso si no estás de acuerdo con ellas.
3. Comunícate: Aborda las conversaciones desde una postura de colaboración, en lugar de hacer acusaciones.

Reconocer las señales de advertencia y actuar de manera apropiada puede marcar una diferencia significativa en la vida de una o un joven. Promover un ambiente de apoyo, empatía y apertura es clave para ayudarlos a enfrentar los desafíos emocionales de esta etapa. 

Si como madre, padre o cuidador de un adolescente quieres estregarle apoyo y a veces no sabes cómo hacerlo o te gustaría conocer nuevas estrategias, recuerda que puedes buscar ayuda en psicólogas y psicólogos del servicio de Salud Mental, especializados en Coaching Parental. Agenda una hora a través de www.achssalud.cl/saludmental o llamando al 22 515 70 00.